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1 CORINTIOS

 

Los problemas y las preguntas de la congregación de Corinto fueron los que llevaron al apóstol Pablo a escribir la carta de 1 de Corintios. ¿Qué espera Dios que aprendamos de esta antigua carta?

El apóstol Pablo escribió más libros de la Biblia que cualquier otro escritor. Su primera carta a los de Corinto nos da una visión asombrosa de una congregación de la Iglesia de Dios en el primer siglo. Aquí estaba uno de los más grandes servidores de Dios lidiando con los asuntos del día a día de su época y dándonos una visión cara a cara de cómo manejaba esos desafíos.

¿Por qué preservó Dios este libro como parte de la Biblia? ¿Qué podemos aprender hoy en día de esta antigua carta?

Fecha de 1 de Corintios

El libro de 1 Corintios es una antigua carta del apóstol Pablo. Pablo estaba en Corinto y fundó la congregación durante su segundo viaje cerca al año 50 d.C. En Hechos 18:11 dice que él permaneció en Corinto por 18 meses, lo cual, con excepción de Éfeso, es el lapso de tiempo más largo del que se tenga registro en los sitios donde trabajó al servicio de Dios.

De acuerdo con la mayoría de las autoridades, Pablo escribió esta carta a la congregación de Corinto desde Éfeso a mediados del año 50 d.C. “La primavera del año 54 o 55 d.C. puede que sea correcta, sin embargo algunos dicen que data del año 59 d.C.” (Diccionario Bíblico de Unger, p. 221).

Antecedentes de 1 Corintios

Corinto, en la época de Pablo, contaba con cerca de 200.000 habitantes e incluso era una ciudad más prominente que Atenas. Era un gran centro de negocios que abarcaba todo el comercio del Mediterráneo, desde el estrecho de Gibraltar hasta el puerto de Alejandría. La prosperidad abundaba, pero trajo los problemas que al parecer siempre traen consigo los ricos y las riquezas a las ciudades, estados y naciones.

Adam Clarke la describe de la siguiente manera: “Sin embargo sus habitantes eran tan lascivos como fueron enseñados” (Comentario de la Biblia, “Introducción a la primera epístola de Corintios”). William Barclay registró lo siguiente en sus series de Estudio bíblico diario: “Corinto tenía otra cara. Tenía una reputación para la prosperidad comercial, pero también era un sinónimo de la vida malvada. La palabra misma “korinthiazesthai”, vivir como una persona de Corinto, hace parte del idioma griego, y significa vivir en un desenfreno de licor y sexual” (Las cartas para los Corintios, p. 2).

Fue a esta sociedad corrupta e inmoral que Dios envió al apóstol Pablo a llevar a cabo una gran obra. En este abismo moral, Dios llamó tantas personas que Pablo permaneció en Corinto por 18 meses, y pudo comenzar, por lo menos, con una congregación de un tamaño considerable. A medida que los meses fueron pasando, más y más personas se iban uniendo a la congregación, mientras Pablo les enseñaba a estos nuevos miembros que debían obedecer, servir y honrar a Dios

Las cartas de Pablo a los Corintios

Después de que Pablo se fue de Corinto, viajó hacia Éfeso. Él dejó la congregación de Corinto a cargo de líderes locales, como acostumbraba hacer (ver Hechos 14:23). Durante los siguientes años, comenzaron algunos problemas y surgieron interrogantes en la congregación de Corinto, y los líderes y miembros escribieron a Pablo para pedir consejo acerca de estos asuntos. Muchas de estas preguntas aparecen en 1 Corintios:

  • 1 Corintios 7:1: “En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer”.

  • 1 Corintios 8:1: “En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica”.

  • 1 Corintios 12:1: “No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales”.

  • 1 Corintios 16:1: “En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia”.Todas estas preguntas y otros asuntos fueron abordados por Pablo en esta carta. Que maravillosa visión se nos está dando de cómo manejar preguntas y situaciones difíciles que pueden presentarse dentro de una congregación y también la importante información acerca de cómo pensar y actuar de acuerdo a Dios.