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1 TESALONICENSES


 Esta carta de Pablo tenía el propósito de alentar a los miembros en Tesalónica. Las palabras conmovedoras de Pablo han inspirado a sus lectores a través de los siglos —y hoy nos pueden ayudar a nosotros.

El apóstol Pablo escribía cartas a las congregaciones que él fundaba para fortalecerlas, responder sus preguntas, y ayudar con las necesidades de los miembros cuando él no podía estar con ellos. Él escribió la epístola de 1 Tesalonicenses poco después de haber fundado la Iglesia allí.

Origen histórico

 “Tesalónica era una ciudad libre, capital de la provincia romana de Macedonia (parte norte de Grecia). Era un puerto próspero en el Mar Egeo… se encontraba en la Vía Ignacia, la ruta comercial… a Bizancio (Estambul). Tesaloniki es hoy una ciudad próspera y moderna, es el centro gubernamental de la parte norte de Grecia, y es segunda en importancia, sólo después de Atenas” (David and Pat Alexander, The Lion Handbook to the Bible, [Manual de la Biblia de León] p. 614).

Pabló fundó la Iglesia de Tesalónica alrededor de 50-51 d.C., durante su segundo viaje, y lo acompañaron Silas y Timoteo (Hechos 16:1-3; 17:1-15). Por su propia seguridad, Pablo tuvo que escapar de Tesalónica porque algunos judíos estaban causando disensión y alboroto en contra de él y otros miembros de la Iglesia allí. Después, Pablo fue a Berea, y luego continuó a Atenas. Timoteo se reunió con Pablo en Atenas, pero Pablo lo envió nuevamente a Tesalónica para ver el estado de la congregación allí.

“Al ser expulsado debido a la violencia de los judíos, Pablo tuvo que irse de la Iglesia que recientemente había fundado, pero aún seguía preocupado por el bienestar ellos. Por esta razón envió a Timoteo desde Atenas para animarlos y consolarlos debido a las persecuciones que estaban sufriendo (3:1-2). Después de esto, Timoteo se reunió con Pablo en Corinto, trayéndole buenas noticias acerca de la perseverancia de los cristianos en Tesalónica, lo que llenó de gozo y gratitud a Pablo (3:6-9), y reavivó en él el deseo de visitarlos nuevamente. Pero sus intentos se vieron continuamente frustrados (2:17-18), y Pablo finalmente tuvo que escribirles esta carta desde Corinto, en 52 d.C.

“Ésta fue quizás la primera de sus epístolas, y fue acompañada de la solemne petición de que esta carta debía leerse públicamente en la Iglesia (5:27)” (Joseph Angus, The Bible Handbook, [El manual de la Biblia] p. 687).

Propósito de la epístola

Una de las principales razones que llevó a Pablo a escribir esta carta fue alentar y establecer la Iglesia que él recientemente había fundado en las verdades fundamentales de Dios y su camino de vida. Era necesario animarlos ya que la oposición contra ellos continuaba, aún después de que Pablo y sus compañeros se habían ido de Tesalónica (1 Tesalonicenses 3:6-10).La carta también ayudó a:

  • Contrarrestar los esfuerzos de algunos que trataban de socavar la autoridad y reputación de Pablo (2:1-10, 17-20).
  • Aclarar la relación entre el regreso de Jesucristo y la resurrección de los santos (4:13-18; 5:9-10).
  • Ofrecer instrucciones de temas específicos tales como el comportamiento de ellos como miembros de la Iglesia. Estos incluían la pureza moral y sexual (4:3-8); el amor entre los hermanos y disciplina personal (4:9-12); valorar debidamente a aquellos “que trabajan entre vosotros” (5:12-13); demostrar una conducta santa y cristiana (5:14-24); y recordar “orad por nosotros” (5:25).

Pablo los amonestó: “Examinadlo todo; retened lo bueno” (5:21).