El libro de Proverbios es un tesoro oculto de sabiduría práctica inspirada por nuestro Dios. ¡Nos da claves para una vida mejor ahora y para siempre!
¿Ha escuchado alguna de las siguientes expresiones?:
- Espada de doble filo
- La niña de tus ojos
- El orgullo precede a la caída
- Mejor es poco y honrado que mucho y robado
- El hombre propone y Dios dispone
- El tonto, si es callado, por sesudo es reputado
¿Sabe de dónde provienen estos refranes y dichos? Tal vez le sorprenda saber que éstas, y muchas otras frases populares similares, probablemente se inspiraron en versículos del libro de los Proverbios de la Biblia.
Sabiduría práctica de Salomón
El mensaje de la Biblia no tiene edad y puede ser utilizado en el siglo XXI como una guía para nuestra vida. La Biblia es relevante en toda época y podemos confiar en la verdad que proclama. El libro de Proverbios es un excelente ejemplo de esto.
Casi todos los eruditos bíblicos reconocen al rey Salomón como el que escribió y recopiló la mayoría de los 915 versículos que conforman los 31 capítulos de este libro. El título de “Proverbios” procede del hebreo mishle. El libro de Proverbios, junto con los libros de Job y Eclesiastés, es parte de la sección de los “Escritos” del Antiguo Testamento que se conocen como la literatura sapiencial.
Principios que se aplican a todos
Cada proverbio es una corta declaración que utiliza ilustraciones familiares, de la vida diaria, para enseñar principios morales, éticos o espirituales. Estos principios se aplican a todos los seres humanos, hombres y mujeres, jóvenes, en toda edad y circunstancia. La sabiduría registrada en este libro es verdad para los seres humanos en general y es universal en su forma de proclamación.
Se cubre todo aspecto de las relaciones humanas:
Líderes de las naciones
Esposos y esposas, familia y niños
Empleadores y empleados
Prestamistas y deudores
Maestros y estudiantes
Ricos y pobres
El valor real de este impresionante libro es que contiene sabiduría práctica, entendimiento y conocimiento que las personas pueden entender fácilmente, al menos en la superficie. Estos principios no son teorías vagas u obtusas que sólo unas cuantas personas pueden entender. Son declaraciones con sentido común que han sido observadas y verificadas por las personas a lo largo de los siglos.
Las primeras aseveraciones de este libro aclaran muy bien el punto: “Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel. Para entender sabiduría y doctrina, para conocer razones prudentes, para recibir consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad; para dar sagacidad a los simples, y a los jóvenes inteligencia y cordura” (Proverbios 1:1-4).
